miércoles, 3 de febrero de 2010

El misterio del Windsor


De nuevo, hay una enorme expectación para saber quienes eran las personas que aparecían en el edificio Windsor a altas horas de la noche, cuando el incendio estaba en lo peor.
Cualquier hipótesis falla gravemente. Principalmente, ante el hecho de que, según los bomberos, a esa hora las temperaturas serían de entre 100 y 400 grados. Si fueran las personas que, presumiblemente, provocaron el incendio, tardaron mucho tiempo en encontrar y coger lo que andaban buscando.
A nadie se le ocurre una explicación razonable. Personalmente, ante la debilidad de todas las conjeturas, debo estimar que estamos tratando de resolver un problema con datos equivocados.
Si mi casa hubiera ardido y hubiesen visto a alguien en la ventana mientras ocurría el fuego, todo hijo de vecino pensaría que, o bien fueron los que provocaron el fuego o bien eran bomberos. Pero si los bomberos me dicen que ellos no eran, y que ninguna persona podría aguantar esas temperaturas, entonces entenderé que los bomberos me están mintiendo.
Lo mismo sucede con lo del edificio Windsor. O bien las temperaturas no podían ser tan elevadas como han indicado, o bien eran bomberos los que estaban allí.
¿Por qué mienten los bomberos? Probablemente porque reciben órdenes de que así lo hagan. ¿Qué tipo de órdenes? sólo altos cargos pueden dar ese tipo de órdenes. Así, debía tratarse de una misión muy importante, para realizar algo tan arriegado.
Entonces uno piensa en qué oficinas había allí. Todo el mundo habla de Deloite, y en menor medida de Garrigues. Los primeros, como empresa informatizada, tenían gran parte de su información en ordenadores, que han quedado resguardados del fuego. Los segundos, me extrañaría mucho que tuvieran algo que no estuviera en papel. Los abogados probablemente sean los trabajadores cualificados que menos usan las nuevas tecnologías. Una opción sería pensar que había documentos realmente valiosos entre esos papeles y que debían ser recuperados.
Sin embargo, nadie habla de las otras empresas que había en el edificio. Estaban Deloite, la propia dueña del edificio Inmobiliaria Asón, parte del despacho de Garrigues(la sede principal en Madrid no estaba en el edificio). Por aquí continuarán los resultados de la investigación.

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